abril 20, 2024
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Luciano D’ Alessandro: “ESTADOS UNIDOS ES UN GRAN PAÍS”

El actor habla de sus inicios como modelo y presentador, de su carrera actoral y de su nueva vida de casado en Miami.  

POR FERNANDO MOTTA

FOTOS GABRIEL CARVAJAL

Luciano D’ Alessandro

“Ese olor a grama mojada cuando llovía y cuando jugábamos fútbol en el club, me devuelven a la niñez”. Así recuerda Luciano D’ Alessandro aquella época en El Tigre (estado de Anzoátegui, Venezuela), el pueblo donde trascurrió su infancia y su adolescencia. Los amigos de ese entonces siguen siendo sus hermanos del alma. “Fue un privilegio –dice– criarme en un pueblo que en esa época era tan sano. Tuve una educación maravillosa en unos colegios increíbles y crecer en un pueblo es totalmente distinto a hacerlo en una gran ciudad por el tema de la velocidad y los peligros; tuve el mejor chance para disfrutar mi niñez”.

El venezolano es hijo único y le agradece a sus padres la formación que le brindaron para salir adelante: “Fue una crianza llena de valores, de mucho aprendizaje, de saber lo que es la nobleza, la humildad, la honestidad, de valorar las cosas,  eso es lo que lo forma a uno en la vida. Y gracias a ellos estoy donde estoy y soy como soy. Trato de irradiar esos conocimientos y esos valores que tanta falta le hacen a la gente y al mundo”.

¿Cómo se inició en el modelaje?

Fue por casualidad. Estaba estudiando en la universidad, en la ciudad de Maracay, a siete horas de El Tigre, y Mauri Boquio, una amiga que vive en Miami, siempre me decía: “¿Por qué no te metes como modelo?, eres muy guapo”, pero no le paraba bolas, hasta que un día me llevó a una agencia de modelaje para hacerme una prueba. Enviaron las fotos a una agencia en Caracas, les gusté, y quedé en un casting para un comercial de champú, así empezó todo. Dije: “¡Qué rápido!”. Fue chévere porque era una buena entrada de dinero y le ayudaba a mis papás a pagar mi universidad. No fue algo que me propuse, sino que aproveché el momento, lo disfruté y conocí a grandes personas.

¿Esta fue la plataforma para ingresar a la actuación?

Un día fui a Caracas a un casting y le pregunté a Marianela González, una gran amiga que también era modelo, dónde estaba para ver si almorzábamos y me dijo: “Estoy grabando una serie juvenil, pásate por el estudio y almorzamos”. Fui allá y la saludé porque tenía rato que no la veía. El productor Alberto Giarroco, me dijo: “Óyeme, ¿estás interesado en actuar?”, le respondí: “He hecho comerciales, pero no sé nada de esto”. Me hicieron la prueba y entré a Muñeca de trapo, una novela donde era el antagónico juvenil. Fue mi primer trabajo, obviamente sin experiencia, y fue algo rudo porque no contaba con las herramientas para actuar. Sin embargo, le agarré gusto y dije: “Esto no es fácil, voy a estudiar actuación, ya me gradué como ingeniero, ya cumplí conmigo, con mis papás”, y ahí empezó todo.

¿Qué pasó con la Ingeniería de Sistemas?

Quedó una experiencia maravillosa de haber pasado por la universidad que es invaluable. La ingeniería en algún momento la voy a ejercer, igual, ya tengo el título. Cuando conocí a la cazatalentos Belinda Delgado, me llevó al canal RCTV, entré a la escuela de actuación y arranqué en la trama juvenil de una novela. Ingresé de lleno al mundo de la televisión en el 2000.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con RCTV?

Fue una bendición, una fortuna.  Haber pasado por “la escuelita”, así le decíamos de manera cariñosa, porque en realidad era una escuelita que brindaba oportunidades y aprendizaje en todas las áreas: actuación, dirección, iluminación… todo el mundo estudiaba y a todos se les daba la oportunidad de crecer. Haber dado allí esos primeros pasos durante seis años, trabajar con los mejores actores que tenía Venezuela, y que algunos fueran mis profesores, era un lujo. Eso me dio las bases para después cambiar de canal, y más adelante salir del país para hacer producciones internacionales.

¿La situación que atraviesa Venezuela lo llevó a buscar nuevas oportunidades en Colombia?

Más que la difícil situación del país era una cosa mía como persona y como artista. En Venezuela estaban pasando cosas malas y se veía reflejado en todo sentido. Las producciones no eran tan atractivas y Colombia, en cambio, estaba haciendo un nombre gigante con sus dramatizados. Todo el mundo veía las novelas colombianas y, en ese momento, tuve la fortuna de conocer a mi manager, María del Socorro Valencia, que fue a buscar talentos a Venezuela. Terminé mi participación en una obra de teatro en Caracas y viajé a Bogotá. Por casualidad, cuando llegué a un casting, me encontré con un productor conocido que trabajó conmigo en RCTV, fue quien me brindó la oportunidad de actuar en Los caballeros las prefieren brutas, y ahí empezó mi relación con Colombia.

¿Fue duro instalarse en Colombia y empezar desde cero?

Sí y no. Cuando empecé a visitar Colombia cada vez que tenía trabajo, me parecía maravillosa. Pero la primera vez que protagonicé una novela en 2010 a la producción le fue muy mal y la sacaron del aire. Me regresé a Venezuela, decaído, sin ánimo y decía: “¡Dios mío, qué es esto!, fallé en mi sueño de internacionalizarme”. Trabajé con Venevisión en tres proyectos seguidos, pero la espinita de Colombia me había quedado. En 2014 la situación en Venezuela estaba más complicada, porque Nicolás Maduro había ganado y Leopoldo López se había entregado.  Vivía en una zona donde se realizaban muchas marchas y la situación se estaba tornando insoportable.  Le dije a mi manager: “Óyeme, me voy para allá, quiero hacer algo bueno, que sea un éxito, pero eso sí, vamos paso a paso, no me vayas a poner en un casting como protagonista, sino de reparto”. Hice una audición para Celia, un proyecto que se vio en Estados Unidos por Telemundo, en RCN Televisión y Fox TeleColombia. Intervine con el papel antagónico y ahí empecé. Luego vino La esclava blanca y La ley del corazón, serie con la que pude consolidarme en Colombia y en el ámbito internacional.

¿Qué significa la tierra del café en su carrera actoral?

Significa mucho para mí. Ha sido mi casa por mucho tiempo y así la he sentido porque me han recibido, me han dado cariño y todas las oportunidades. Tanto así que me adoptaron, porque tengo nacionalidad colombiana, entonces puedo decir que Colombia para mí ha sido una casa maravillosa de aprendizaje, llena de cariño, de amor y tengo mucho que agradecerle a este país.

De los personajes que ha realizado, ¿cuál le ha brindado mayor satisfacción?

Varios.  Pero sin duda fue Pablo Domínguez en La ley del corazón porque fue un éxito en varios países. Además de ser el único extranjero en ese proyecto, era el protagonista y había mucha responsabilidad. Trabajé muy duro y cuando haces las cosas con ganas y le metes todo el ánimo del mundo, ves que eso trae su fruto y te llenas de alegría.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Telemundo?

Es una dicha, por el trato que le dan al personal en general, no solo a los actores, sino a todos. Tener una pantalla y una plataforma como Telemundo es maravilloso para la carrera de cualquier actor. Tuve la oportunidad de hacer Celia, Operación Pacífico y un capítulo en Decisiones.  Ellos confían mucho en ti, en tu creatividad para que hagas tu trabajo. Viajé a Los Ángeles y a Miami, al estreno de Operación Pacífico, y fue una experiencia increíble.

¿Qué piensa de las producciones que cuentan historias del narcotráfico?

Es una tendencia que viene desde hace varios años, salió de Colombia y ahora se coló en México y Estados Unidos, que también está un poco en esa onda. No es mi género favorito, pero es una tendencia que hay que respetar y son producciones que toca verlas. Sí consumo ese producto porque mi trabajo es observar, pero hay muchas historias para contar que no tienen que ver con narcotráfico.

¿Qué lo enriqueció de su personaje en Enfermeras?

Fue un rol muy complejo de hacer porque, además de ser el antagónico, era un tipo que estaba muy enamorado de su novia en ese momento y luego se dio la oportunidad de amar a otra mujer. Un tipo estricto, soberbio y muy bueno en su profesión. El tema de aprenderme la terminología y los procedimientos de un neurocirujano requería mucho tiempo de estudio, pero una vez que lo vi al aire quedé satisfecho porque la gente lo recibió muy bien. Se me acercaban y había opiniones divididas: “¡Ah… ese es el médico bueno, pero es malo con no sé quién!”. La gente sintió el mensaje que quería dar y para mí fue una gran enseñanza interpretar a Félix Andrade, una prueba de fuego en muchos sentidos y creo que la aprobé.

¿Por qué se casó con María Alejandra Requena en Cartagena?

Por muchos factores: es una ciudad hermosa y Colombia, por logística, es bastante amable. Nuestro matrimonio era algo familiar, de amigos, solo para 80 personas porque no queríamos hacer algo grande y necesitábamos un lugar estratégico para que la gente pudiera asistir y para no complicarnos con problemas de la visa. Tenemos familia en Venezuela, Estados Unidos, Europa y en otras partes del mundo. Ya conocía Cartagena hace tiempo y Mary la conoció conmigo, le encantó y descubrimos un espacio que fue maravilloso, donde tenía que ser la boda, no podía ser en otra parte del planeta, sino en Barú.

¿Cómo es la mujer que le dio el “sí” en el altar?

Mary es una mujer increíble en todos los aspectos, como mamá, como esposa y como amiga. Es noble, talentosa, irradia siempre una felicidad y una buena vibra que contagia a todo el mundo.

¿Van a encargar hijos pronto? 

Lo de los hijos no es algo que nos quite el sueño por ahora, ella tiene dos hijos adolescentes. Por ahora le estoy metiendo ganas al matrimonio y a la convivencia, que todo salga bonito, y lo de los hijos, ya veremos.

¿Cuál es la clave para que una relación funcione cuando los dos son figuras públicas?

No creo que exista una clave o una fórmula para un matrimonio que esté en el ámbito público. Por ahora, nuestra relación se centra en la comunicación, estamos muy enamorados, vivimos en la misma onda, en la misma sintonía… Y cada quien respeta lo que hace el otro, es fundamental apoyar a tu pareja en todo sentido, es algo básico y clave en las relaciones, independientemente de a qué se dedica cada uno.

¿Qué hacen, a dónde van y cómo comparten en pareja?

Nuestro día a día es un corre-corre desde que nos levantamos por la cantidad de cosas que hay para hacer. Mary es una mujer enérgica, multifuncional y el día se nos va en compromisos personales y laborales, pero siempre tenemos un espacio para tomarnos un vinito y para comer rico. Los fines de semana nos vamos a la playa, sin duda es nuestro sitio favorito, es lo máximo, y una manera de descargar y también de cargarnos de buena energía.

¿Cómo se define Luciano?

Soy una persona confiable, honesta, responsable en todo lo que hago; siempre estoy dispuesto para ayudar a los demás y para que puedan contar conmigo.

 ¿A qué dedica gran parte de su tiempo cuándo se aleja de los sets de grabación?

Estoy acoplándome a Miami, dedico mi tiempo en nutrirme, en aprender cosas. Tomo un curso de inglés, voy a sesiones con un asesor financiero que es una maravilla y aprendo sobre el buen manejo de las finanzas. Me estoy adaptando a esta nueva vida en pareja, en familia y en un país distinto.

¿Qué ha sacrificado con tal de lograr sus sueños?

Muchas cosas. Lo principal, la familia. El hecho de irse del país de origen para buscar lo que uno quiere, y tenerla lejos. A mis padres los veo una vez al año y cuando nos reunimos lo disfrutamos. Hablamos todos los días por teléfono, pero no tener esa cotidianidad en persona ha sido lo más duro.

 ¿Qué proyectos vienen este año?

Me ofrecieron un proyecto con Amazon en Colombia, pero tuve que decir que no porque este año me quiero dedicar al matrimonio. A disfrutar esta nueva etapa de mi vida y quizás a finales de año empiezo el proceso de casting, aquí en Estados Unidos, en México, en Colombia, en donde salga.

¿Cuál fue el motivo que lo llevó a radicarse en Miami?

Definitivamente el matrimonio, y tiene nombre y apellido: María Alejandra Requena. 

¿Cómo es vivir en USA?

En eso estoy, recién llegado. Estados Unidos es un gran país y Miami es un buen vividero. Soy de estar muy cerca de la playa, de clima caliente, así que vivo en un lugar maravilloso y me siento en mi hábitat, por ahora, acoplándome en todo el sentido de la palabra, a las leyes y a cómo funcionan aquí las cosas.

¿Cuáles son los lugares que más frecuenta de la Capital del Sol y por qué le gustan?

Me gusta mucho ir a North Miami Beach, donde las playas son un poco más tranquilas. South Beach es chévere, pero trato de ir un poquito más al norte.

¿Qué destacaría de Estados Unidos para los turistas que piensan ir de vacaciones?

Para quienes viajan de vacaciones a Estados Unidos este es el país ideal porque todo está hecho. La infraestructura está muy clara para que el turista entienda qué quiere hacer, cómo lo tiene que hacer y que disfrute a plenitud. USA es un gran destino y toda la parte de Florida, más allá de sus playas; si vamos a Orlando tenemos los parques de atracciones, y también está Tampa. Florida te ofrece una cantidad de cosas maravillosas y muy importantes para un turismo en familia.

¿Ha visitado otras ciudades que le gusten para vivir con su esposa?

Me falta mucho por recorrer de Estados Unidos, conozco Los Ángeles, Las Vegas y Nueva York que son ciudades importantes. Santa Bárbara me parece un sitio súper lindo, es como un pueblito entre la montaña y cerca del mar, pero fui muy pocos días, entonces lo que más conozco es Miami y, por ahora, esta es mi ciudad ideal para vivir.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas del sueño americano?

Muchos tienen el sueño de vivir en Estados Unidos, pero cada experiencia definitivamente es distinta. Aquí tienes muchas ventajas, oportunidades, pero hay que trabajar muy duro, el doble de lo que hay que laburar en Latinoamérica, pero ves los frutos. No se pueden ignorar las reglas, hay que cumplir la ley y normalmente el latino anda como viviendo la vida loca, es decir, casi sin reglas. La mayoría de nuestros países son muy permisivos, uno anda como despistado en muchos aspectos, aquí no, aquí debes estar pendiente de absolutamente todo para que lleves tu vida en orden, entonces a mí me parece que es válido y es positivo, pero a groso modo es un país que tiene más ventajas que desventajas, que te ofrece mucho, es solo saber ubicarse y saber aprovecharlas.

¿Es difícil adaptarse a un territorio con culturas, costumbres y tradiciones diferentes?

Pues mi capacidad de adaptación ha venido evolucionando porque empecé de mudarme de El tigre a una ciudad un poco más grande, Maracay. Después estuve en Caracas, luego me fui a Bogotá y ahora estoy en Miami, o sea que tengo una capacidad para acomodarme a culturas, a climas, a costumbres, no diría que es fácil, pero sí tengo una alta habilidad para la adaptación.

¿Cuáles son los beneficios que ofrece la nación para los inmigrantes?

Los beneficios por ahora no los sé porque el motivo principal por el cual me vine es para estar con mi esposa, poder vivir el amor y estar con la mujer que amo. Y con el trascurrir de los meses y con el tiempo sabré cuáles fueron los beneficios a nivel profesional y los voy a experimentar próximamente.

¿Cuáles son sus platos preferidos de la gastronomía estadounidense?

Definitivamente la carne es muy buena, las costillas son deliciosas y la hamburguesa siempre será un plato exquisito. Me inclino por la buena carne que hacen a la brasa y al grill.

“Vivimos en Doral, conocido como Doralzuela. Es un sitio increíble y nos sentimos como en casa porque hay muchos venezolanos y colombianos.

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