Esta colección masculina de Louis Vuitton es la tercera presentación de Pharrell para la Maison y se caracteriza por motivos country y occidentales.
La ropa de trabajo ocupa un lugar central mientras Pharrell amplifica la muestra que va desde la mezclilla hasta los abrigos tipo manta, pasando por Buffalo Check y chaparreras arraigadas en la estética del vaquero.
A través de técnicas artesanales y de bordado, la colección destaca la iconografía clave de la vestimenta occidental estadounidense y presenta camisas de vaquero y siluetas de ropa de trabajo que exhiben pedrería y ornamentación.
Centrándose en el tema del oeste americano, la colección colaboró con artistas de las naciones Dakota y Lakota en accesorios e incluso en la puesta en escena y la banda sonora del espectáculo.