MARÍA ISABEL DE LINCE: LA GRAN PINTORA DEL ALMA
Desde este balcón en el piso noveno, el cielo plomizo de Bogotá se decanta matizado por una fiesta de colores, que brotan del inmediato paisaje floral que ella ha plantado como su íntimo territorio edénico. POR CARLOS GUSTAVO ÁLVAREZ GUZMÁN Especial para MOMENTOS USA FOTOS HELMUTH HILB Y ella aparece. Inasible como la mariposa