Desde este balcón en el piso noveno, el cielo plomizo de Bogotá se decanta matizado por una fiesta de colores, que brotan del inmediato paisaje floral que ella ha plantado como su íntimo territorio edénico.
POR CARLOS GUSTAVO ÁLVAREZ GUZMÁN Especial para MOMENTOS USA
FOTOS HELMUTH HILB
Y ella aparece. Inasible como la mariposa que es alada criatura del alma, volátil como el colibrí que ahora ronda en la floración y que ha subido para enseñorearse en este oasis aéreo.
María Isabel Salazar de Lince: la artista, la pintora que firma con un “Lince” de arcanos grafológicos, su sello, la impronta que la ha identificado en el mundo del arte durante un poco más de medio siglo de su octogenario tránsito por esta Tierra.
Es pequeña, menuda como un soplo (canta Serrat), con el aura de su hermoso rostro de siempre, su voz de miel y el arcoíris que surca por sus manos y atraviesa la sabiduría de sus dedos, la pintura como una huella indeleble.
Ah, y esa estela de paz que la acompaña, ese espíritu sereno que anida en sus cuadros, como si ella misma fuera su propio óleo, como si ella misma fuera su propio lienzo.
Como su obra ha recorrido desde 1963 tal cantidad de lugares cercanos y recónditos del planeta –desgranar la lista incesante cortaría el aliento de este esbozo a mano alzada–; como ha atesorado tal cantidad de menciones en revistas de arte, premios importantes que se cristalizan en placas y laureles innumerables… Y como todo eso ha pasado y seguirá pasando, María Isabel de Lince lleva –como un vestido hecho no solo con la paciencia milimétrica sino con el amor de una modista antigua– la condición que se ha ganado a pinceladas todos los días: Gran Artista, Best Artist.
De hecho, ahora que nuestras almas se han encontrado aquí, en esta sala holgada de su apartamento, a la que ella trastea el caballete y los pinceles, sus óleos de finura mágica, viniendo ambos desde lugares distantes y con el recuerdo de habernos visto en otro pasado, está pensando en distintos ámbitos del mundo. Es lo que hace todas las mañanas en este piso marcado con el 901: pintar y entregar obras para que las empaquen y las remitan adonde la demandan; adonde brilla como lo que es: “La pintora de la luz”.
Justo le han dicho que la Feria de Dallas, Texas, en menos de 24 horas, ha aprobado su presencia allí para cuando lleguen los coloridos tonos de septiembre. Saldrá también para el Museo Marítimo de Barcelona. Los curadores de la edición número 7 de la FIABCN (Feria Internacional de Arte de Barcelona), que se realizará al comenzar noviembre, han encontrado que su obra merece estar en este edificio de las Atarazanas Reales de la ciudad. Y tiene que enviar a la exposición Small is beautiful, en Dubái, una obra que le han pedido, que ella me enseña y que es como un pedacito de cielo azul sosegado, recortado allá arriba y enmarcado para colgar en la pared.
Esas son sus creaciones, sus superficies pacíficas en las que navega el Arco Iris: heraldos que ella envía de Francia a Emiratos Árabes Unidos, de Italia a Canadá, para que, a través de un camino adoquinado de bienales, muestras y exposiciones, impartan un evangelio de paz, enuncien un sermón de armonía mediante la palabra del color.
¿Y la figura humana?, le pregunto.
Cambio de piso
La figura humana, la mente humana, la emoción humana, el conflicto humano, el dolor humano y el sufrimiento humano son una pintura interior que María Isabel de Lince conoce prácticamente desde niña y que comparte y alivia todos los días con sus pacientes.
Ha llegado la tarde. Y ella cierra la puerta pictórica del 901 para abrir el portal de los bálsamos del 601.
Después de graduarse en la Universidad Javeriana de Bogotá en Arte y Diseño Arquitectónico, ella se asomó jovencita al insondable mundo de todo lo que representa el ser humano. Y esa ventana terminó convirtiéndose en un domicilio enorme, que dejó entrar en busca de la luz –más que su grado, su vocación como psicóloga– a las semillas de los niños abandonados, de los jóvenes adictos a las drogas, de las familias y parejas sometidas a la conmoción telúrica del desencuentro consigo mismas y con sus seres esenciales y, en cascada de pena, con el mundo en que vivían.
María Isabel de Lince, en ese entonces casada con su primer marido y con cuatro hijos, se adelantó a su tiempo. Impartió a la sociedad de los años 70 en Colombia una lección de psicología a través de la televisión, una extracción masiva del diván que le valió no pocas amonestaciones de la academia. Pero fue más allá. Consciente de que las drogas estaban calando en la juventud como un veneno de infamia creó una salvadora Fundación Prometeo, que bajó a miles de muchachos y a sus familias el fuego de los dioses del alivio, el fulgor olímpico de la esperanza.
Eso hace ahora aquí en algo que, más que un consultorio, es una sala de audiencia cariñosa para quienes la siguen visitando como una de las psicólogas más reconocidas del país, la pionera inequívoca de una disciplina que, cuando se mira el desborde de la enfermedad mental y el extravío febril de las emociones, se hace tan necesaria como esta obra salida de sus manos que preside el recinto con su azul esplendente como la visita de una nube: Camino de Paz.
El edificio de la Luz
María Isabel de Lince –la artista del 901, la psicóloga del 601– vive en un edificio del norte de Bogotá que lleva el nombre de un búho de bolsillo. Así le dicen a “El Mochuelo”, un ave rapaz nocturna de unos 20 centímetros de altura, que habitaba la Sabana de la capital colombiana, y que ha nominado desde lugares humildes, gélidos y emblemáticos en el sur de la ciudad hasta esta estructura, en la que los cuadros de la pintora de la luz son el regalo estelar de cada piso.
Se respira un cierto sosiego aquí. La obra de María Isabel ha trasegado como un peregrino incansable por todas las instancias del color, desde oscuridades remotas hasta estas claridades presentes, que en sus trabajos más recientes hacen patente una desesperanza por la destrucción de la naturaleza, que en cierta forma es el Armagedón de la especie humana.
Por eso proliferan los verdes, sembrados de amarillos suaves e intensos, pinceladas como si fueran gotas, de ese blanco que asoma en sus cuadros, victorioso como una luz propia, como la señal divina de que no todo está perdido. Tal vez como el Dios en el que ella cree y que en su inspiración es el brillo, la paz de un trazo rosa, el níveo fondo en el que la nada y el todo se abrazan en el amor del lino.
Hay tanta pintura plácida, tanto llamado alentador en su creación artística… Desde este tesoro que María Isabel tiene en su comedor, una joya del arte de rocas celestes de Giovanni Montelatici, hasta esa especie de galería que engalana el vestíbulo del condominio con el tesoro cromático de “La pintora de la luz”.
Mientras bajamos, María Isabel me cuenta que alguna vez quiso pintar con su trazo de acierto la figura amilanada de un muchacho capturado en la drogadicción. Uno de los tantos, de los miles que conoció y por los que ha luchado sin tregua. No pudo. En el rostro del desesperanzado se asomaba terca una sonrisa, que ella interpretó como el hálito de la redención, un resplandor deífico que le devolvía el sentido de la vida.
Nos despedimos.
Un abrazo largo y entrañable.
También a mí, como a quienes la conocen, en el 901 o en el 601, en Milán o en Viena, en Nueva York, Washington o Miami, en Dubái o en Pietrasanta, me ha transferido la paz de sus obras universales, la serenidad uncida por el óleo prometeico de una vida que puede ser mejor para toda la humanidad.
Teléfono: 315 344 49 51 Bogotá, Colombia
midelince@gmail.com / www.mariaisabeldelince.com
EXPOSICIONES INTERNACIONALES
Estas son algunas de las muestras internacionales en las que ha participado la artista colombiana María Isabel de Lince.
1997 Museum of Hispanic and Latin American Art. Florida – USA
1997 Euroamerica Galleries. Nueva York – USA
2012 Feria de Arte de Beijing – China 2014 Mujeres en el arte. Museo de las Américas. Miami – USA
2014 Art Dubai. Museo de las Américas. Miami – USA
2014 Woman in the Art. Museo de las Américas. Miami – USA
2014 II Premio Don Quijote de la Mancha. Crisolart Gallery. Barcelona – España
2014 Salón de mayo. Museo de las Américas. Miami – USA
2014 Mural por la paz. Museo de las Américas. Miami – USA
2014 Carrusel del Louvre. París – Francia
2014 Subasta Fundación Give to Colombia. Miami – USA
2015 Noches de galería. Consulado de Colombia en Miami – USA
2015 Homenaje a Don Quijote. Orange County Library. Orlando – USA
2015 Homenaje a Gabriel García Márquez. South Creek Library. Orlando – USA
2015 Expression of the Colours. Paks Gallery. Castle Hubertendorf. Viena – Austria
2015 1st International Modern Art Austria Biennale. Viena – Austria
2015 Modern Art Fair. Viena – Austria
2015 International Fine Art Masters. Viena – Austria
2015 Paz & Peace. Consulado de Colombia en Miami – USA
2015 Homenaje a Xavier Carbonell. Museo de las Américas. Houston – USA
2016 Women in the Arts. Museo de las Américas – USA
2016 International Prize Colosseo. Brancaccio Palace. Roma – Italia
2016 Primavera. Museo de las Américas. Miami – USA
2016 Mural por la paz. Circolo Culturale Scorze. Venecia – Italia
2016 5ª. Feria de Servicios. Consulado de Colombia en Miami – USA
2016 Attimi di Luce. MXM Arte. Pietrasanta – Italia
2016 Latin American Art. GM Gallery. Milán – Italia
2016 25 Anniversary of the Museum of Americas. Heights Art Studios & Gallery. Houston – USA
2016 Un muro per la pace. Galleria La Pigna. Roma – Italia
2016 Leonardo Da Vinci Award. Galleria La Pigna. Roma – Italia
2016 Contemporanei nella Cittá degli Uffizi. Florencia – Italia
2016 Shakespeare in Art. Palaexpo. Verona – Italia
2016 Casanova Award. Flangini Palace. Venecia – Italia
2016 The best modern and contemporary artists. Palais Sternberg. Viena – Austria
2016 International Award Galileo Galilei. Congress Palace, Galileo Galilei Hall. Pisa – Italia
2017 I Segnalati. InArte Werkkunst Gallery. Berlín – Alemania
2017 Small is beautiful II. Alliance Francaise. Dubái – Emiratos Árabes Unidos
2017 Daegu Art Fair. Seúl – Corea
2017 Premio Internazionale Arte Milano. Teatro dal Verme. Milano – Italia
2017 Biennale Internazionale d’Arte Contemporanea. Museo Gonzaga. Mantova – Italia
2017 International Prize Andrea Mantegna. Teatro Sociale of Mantova. Mantua – Italia
2018 2º. International Prize Leonardo Da Vinci. Borghese Palace. Florencia – Italia
2018 Bienale delle Nazione. Misericordia Palace. Venecia – Italia
2018 International Prize Raffaello. Gaudí Palace. Boloña – Italia
2018 International Biennial of Flanders. Brujas – Bélgica
2018 Proyección de obras. Museo de las Américas. Alliance Francaise. Dubái – Emiratos Árabes Unidos
2018 Houston Awards. Museo de las Américas. Impulse Art. Houston – USA
2019 International Prize Botticelli. Borghese Palace. Florencia – Italia
2019 International Prize Velázquez. MEAM Museum. Barcelona – España
2019 III Bienal de Arte de Barcelona. MEAM Museum. Barcelona – España
2019 Dallas Art Fair. Fashion Industry Gallery. Dallas – USA
2019 Mantova Art Expo. Diocesan Museum Francesco Gonzaga. Mantua – Italia
2019 ColorINcolor. Yurta Relazioni Culturali. Siena – Italia
2019 Colombian Day at The Capitol. Capitolio de Florida – USA
2019 I Segnalati. Meeting Art Gallery. Lisboa – Portugal
2019 Giotto International Prize. Dom Pedro Hotels. Lisboa – Portugal